Sobrecarga de Información: Menos es Más
Uno de los errores más frecuentes es la sobrecarga de información. Creemos que mientras más datos mostremos, mejor. ¡Falso! Un dashboard saturado genera ruido, no claridad. Es como intentar escuchar una canción en medio de una orquesta desafinada. La clave es la simplicidad y el enfoque. Cada visualización debe tener un propósito claro y contribuir a la narrativa general. Pregúntense: ¿Este gráfico ayuda al usuario a entender mejor el objetivo principal del dashboard? Si la respuesta no es un rotundo sí, probablemente deba irse.
Falta de Contexto: Los Números Necesitan Historia
Otro tropiezo común es la falta de contexto. Los números por sí solos son solo números. Necesitan un marco de referencia. ¿Es un valor alto o bajo? ¿Cómo se compara con el mes anterior, el año pasado, o un objetivo preestablecido? Sin contexto, una cifra es inútil. Por ejemplo, mostrar “Ventas: $1.000.000” es menos valioso que “Ventas: $1.000.000 (15% por encima del objetivo y 10% más que el mes anterior)”. Utilicen indicadores clave de rendimiento (KPIs) con comparativas claras y señales visuales (colores, flechas) para indicar rendimiento.
Mala Elección de Visualizaciones: La Herramienta Adecuada para el Trabajo
La mala elección de visualizaciones es también un freno importante. No todos los gráficos sirven para el mismo propósito. Un gráfico de torta es terrible para comparar muchas categorías, mientras que un gráfico de barras es excelente para ello. Si quieren mostrar tendencias a lo largo del tiempo, un gráfico de líneas es su mejor aliado. Usar el tipo de gráfico incorrecto es como intentar martillar un clavo con un destornillador: ineficiente y frustrante. Tómense el tiempo para entender qué tipo de visualización es la más adecuada para cada tipo de dato y pregunta de negocio que quieran responder.
Olvidar al Usuario Final: El Dashboard es para Ellos
Finalmente, y quizás el error más crítico, es olvidar al usuario final. ¿Para quién están construyendo este dashboard? ¿Cuáles son sus preguntas de negocio? ¿Qué decisiones necesitan tomar? Un dashboard diseñado para un CEO será muy diferente de uno para un gerente de ventas o un analista de marketing. La experiencia del usuario (UX) es fundamental. Asegúrense de que la navegación sea intuitiva, los filtros funcionen correctamente y la información sea fácilmente accesible. Realicen pruebas con los usuarios finales y recojan su feedback. Un dashboard que no se usa, por muy perfecto que sea técnicamente, no genera ningún valor.
En mi experiencia, las empresas que realmente exprimen Power BI son aquellas que invierten tiempo en la planificación estratégica antes de abrir el software. Definan los objetivos claros, los KPIs relevantes y, sobre todo, entiendan las necesidades de sus usuarios. Power BI no es solo una herramienta, es un catalizador de la inteligencia de negocio. Evitando estos errores, no solo crearán dashboards; construirán verdaderos centros de decisión que impulsarán el crecimiento y la eficiencia de su organización.
¿Están sus dashboards en Power BI realmente impulsando la acción, o solo acumulando datos? Es hora de revisarlos con una mirada crítica y estratégica.